Por: Marielena González
He trabajado con diferentes tipos de negocios, y el balance entre el efectivo y las ganancias no siempre es tan sencillo como parece. Si eres dueño de negocio, es probable que pienses que primero necesitas efectivo para luego generar ganancias. Y es cierto, pero evaluemos cómo podemos lograr un manejo saludable para que ambos crezcan. Para comenzar, aclaremos algunos conceptos que pueden ser complicados de entender desde un punto de vista financiero.
¿Qué es el famoso Cash Flow?
En pocas palabras, es el flujo de dinero en tu empresa. El dinero que recibes o entra en tu negocio y el dinero que das o que sale de tu negocio. Por ejemplo:
Tu compañía recibe dinero, principalmente por:
Ventas de productos y servicios
Cobro de alguna renta
Préstamos que recibes
Entre otros
Tu compañía da dinero para:
Pagar nómina
Pagar gastos comunes (luz, agua, renta, seguros)
Comprar equipo
Comprar inventario
Pagar impuestos
Pagar deudas
Entre otros
Existe un estado financiero llamado Cash Flow. En este estado, verás un resumen del flujo de efectivo de tu empresa (hacia adentro y hacia afuera) en un periodo determinado de tiempo (por ejemplo: un año). Este estado financiero responde a la pregunta: "¿Qué pasó con el efectivo?"
Específicamente, te deja saber si al final del periodo (ejemplo: un año) recibiste más dinero del que pagaste o si pagaste más dinero del que recibiste. Estos términos se conocen como Positive Cash Flow y Negative Cash Flow. Toda empresa debe dirigirse hacia un Positive Cash Flow.
"You can operate a long time without profit, but you can't survive one day without cash." – Lou Mobley
¿Qué son las Ganancias?
Ingresos y ganancias no son lo mismo. El ingreso es lo que recibes de tus operaciones principales (ventas y/o servicios). Es el número más grande. Las ganancias son lo que queda de tu ingreso después de restar tus gastos.
Aquí hay un concepto un poco complejo que quiero que comprendas. No basta con gastar menos de lo que recibes. En ese caso, tendrás una ganancia, y eso es bueno. Pero si has incurrido en deudas, el pago al principal de tus deudas no está contemplado como un gasto, por lo que no afectará tu ganancia. Sin embargo, es un flujo de efectivo hacia afuera de tu compañía, y sí afectará tu Cash Flow.
Tomemos el ejemplo de un carro. Si compras un carro para tu empresa y usas una deuda para esto, cada vez que hagas un pago al principal, es como si estuvieras convirtiendo el efectivo en un carro. Cada pago hace más tuyo el carro, por lo que ese pago no se considera un gasto. Al no considerarse un gasto, ese flujo negativo de efectivo no afecta negativamente tu ganancia.
Ahora, piensa si tomas prestado mucho dinero, al punto de que gran parte de tu ganancia, que pudo haber sido efectivo, ahora se convierte en un carro, un equipo, inventario (y todo lo demás que compraste a crédito). Estarías comprometiendo gravemente tu salud financiera, pues no cuentas con suficiente efectivo para manejar el resto de tus operaciones. En este caso, puedes tener una ganacia positiva, pero un Negative Cash Flow.
Hay etapas en cada negocio donde es normal tener un Negative Cash Flow, pero solo por ciertos periodos de tiempo, especialmente cuando estás comenzando. Sin embargo, poder moverte hacia un Positive Cash Flow siempre será una buena estrategia para la salud financiera de tu negocio.
Piénsalo así, como mencionamos al principio, el efectivo puede ayudarte a obtener más ganancias, pero de la misma manera, tus ganancias, si permanecen libres de compromisos, pueden ayudarte a tener más efectivo.
Entonces, ¿Es mejor efectivo que ganancias?
No. Realmente, lo mejor es lograr hacer lo posible por convertir tus ingresos en ganancias y buscar asegurar mantener un buen manejo que permita el flujo de efectivo. Ambas son igual de importantes.
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